RECETA DE LECHE DE AVELLANAS
La leche de avellanas, igual que la de almendras cuya receta ya subimos al blog, es una opción muy interesante para las personas que no quieren tomar leche de origen animal, para intolerantes a la lactosa o para aquellas a las que la leche de vaca no les sienta bien.
Además es muy fácil de preparar de forma casera. Sólo necesitas una batidora de vaso (un utensilio genial para poder hacer también batidos, granizados, etc).
La avellana es un alimento sano y equilibrado con un alto valor nutritivo. Contiene proteínas en un porcentaje muy alto, vitaminas (destacan las del grupo B y la E) y minerales como fósforo, calcio, magnesio, hierro y manganeso. Contiene más de la mitad de su peso en grasas muy saludables (ácidos oleico y linoleico y omega 6).
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Características de la receta: Vegana, sin gluten y sin lactosa
Número de comensales: Con las cantidades indicadas obtendrás unos 400 ml
Nivel de dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 400 ml de agua
- 40 gr de avellanas crudas peladas (preferiblemente ecológicas) dejadas previamente en remojo una noche o unas horas (esto hace que se activen sus vitaminas y minerales y sea más fácil su absorción)
- Pon en el vaso de la batidora las avellanas y el agua.
- Bátelos hasta que las avellanas estén bien trituradas.
- En teoría la leche se conserva hasta cuatro días en la nevera pero te recomendamos que la elabores y la emplees inmediatamente.
- La leche de avellanas es ideal para el desayuno pero también para elaborar bechamel, risotto o arroz con leche.
- Emplea avellanas crudas porque al ser tostadas pierden parte de sus nutrientes.
- Si quedan grumos una vez preparada la leche puedes aprovecharlos para alguna salsa, crema de verduras, etc.
- Si añades cacao, el resultado es un delicioso batido de chocolate.
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